Diario de Lollapalooza - Día 2



Milagros nació en Buenos Aires, Argentina, hace 19 años.  Elena nació en Lyonshall, Inglaterra hace 27 años.  Ninguna de las dos fue testigo de la horrenda guerra que se desató hace 32 años en el sur del Mar Argentino.  Ninguna de las dos entiende de odio.  Nunca se vieron frente a frente.  Una no sabe de la existencia de la otra y la otra la ama incondicionalmente.  Justo hoy, 32 años después del comienzo de una guerra absurda, una argentina va a disfrutar del show de una inglesa. Hoy Milagros va a conocer a Elena.  Y Elena va a disfrutar de la presencia de Milagros aunque no la vea directamente a los ojos.  Hoy Milagros, va a cumplir su sueño de conocer a Ellie Goulding.


El día amaneció nublado.  El sol estaba escondido y la lluvia amenazaba con decir presente de un momento a otro.  La estación Retiro estaba semivacía, postal habitual de un día feriado.  Eran las 10 de la mañana pero la ciudad no terminaba de despertarse aún.  Los pasajeros habituales se mezclaban con la gente que estaba ansiosa por vivir un día más de fiesta.  O el primer día como en el caso de Milagros, que iba a ser, en esta segunda jornada del Festival, la compañera de Claudio.

Para muchos el día no era más que una prolongación del anterior.  Con mucho esfuerzo lograron llegar a sus casas la noche previa, pero sólo para dormir unas horas.  O unos minutos.  No como Milagros que durmió poco, pero porque su ansiedad no la dejó dormir y el miedo a que el transporte la demorara la hizo salir más temprano.

El viaje a San Isidro a Claudio le resultó un poco más largo que el del día anterior.  El cansancio estaba presente, pero diluido con la felicidad, casi no hacía efecto.  El paisaje era totalmente distinto.  La gente no se presentaba.  Se saludaba como si hiciera mil años que se conocieran, pero en realidad, 24 horas antes eran totalmente desconocidos.

La entrada fue más fluida que la del día previo.  Ya no estaba más el stand de las pulseras y el camino hasta los escenarios era conocido.  Se había convertido en una rutina temporaria.  Claudio tenía la sensación de no haberse ido nunca del hipódromo.

El recorrido inicial le sirvió a Milagros, no sólo para armarse la listita de los artistas que iba a ver, sino que también ayudó a que él pueda comparar el complejo en base a lo vivido el día anterior.  Pero antes de tomar cualquier decisión, se eligió el punto de encuentro para solucionar eventuales separaciones.

Cuando la planificación estuvo efectuada, fue tiempo de disfrutar de la música.  Al principio, mientras caminaban, se mezclaban los sonidos de Armada Cósmica y Detonantes.  Después la percusión de La Bomba de Tiempo resonaba por todo el complejo.  Decidieron quedarse en el escenario principal mientras Airbag tocaba y después se acercaron al Alternativo a disfrutar de Savages (ambos coincidieron en que Fay Milton, la baterista, es muy hermosa, que Jehnny Beth,  la cantante, tiene una voz excelente y que la banda suena muy bien).

Una de las cosas que ha caracterizado a Lollapalooza es la pérdida de la noción del tiempo.  Por eso, no llamaba la atención que a las 3 de la tarde el apetito hiciera su presentación en el complejo, por lo que un pequeño descanso no venía nada mal. 

Y así llegó el momento en el que por fin Ellie y Milagros se conocieron.  La felicidad de Mili se exteriorizaba en todo su cuerpo.  Llegó lo más cerca que pudo del escenario y se bancó con fuerza a la marea humana que presionaba detrás.  Cantaba todas las canciones.  Bailaba.  Y Ellie no se quedaba atrás.  

Desplegó su artillería de hits durante todo su show para delirio de los fans.  Lamentablemente un grupo de fanáticos de otra banda, trataron de estropear el espectáculo.  Ellie sintió el golpe.  Pero su alta profesionalidad la ayudó a salir adelante.  Además, había mucha gente que había ido a ver solamente a Ellie Goulding.  No podía dejar de ser una fiesta para los que fueron a vivir su presentación como tal.

Sin respiro, terminado el show había que cruzar hacia la otra punta para ver a los siguientes en la lista.  Y era el turno de Krewella.  La primera sorpresa es que había poca gente en el Perry's Stage.  La segunda fue que eso duró hasta que empezó el show.  Bastó con que aparecieran las hermanas Yousaf para que la fiesta diga presente.

Gente que no sabía de qué se trataba, cuando empezó a sonar la música, se acercó para bailar.  Jahan (la mayor) ensayaba un aceptable español para hablar con la gente.  La unión fue total.  La humildad de las hermanas hacía que por momentos no hubiera diferencias entre las artistas y el público.  Eran todos uno solo y no había vallas que fueran capaz de separarlo.  Por eso, terminando el show, Yasmine, la menor, se subió a esa valla divisoria y se dejó llevar por las manos de sus fans.

La noche ya cubría San Isidro.  El final se acercaba y por primera vez en la jornada, Claudio y Milagros se separaron.  Ella fue a bailar con The Bloody Beetroots y el final electrónico de Axwell.  Él se deleitó con la voz de Chris Cornell y la magia de Soundgarden y el final con los Red Hot Chili Peppers.  

Cuando sonaba "Give it Away" ya estaban juntos nuevamente.  Preparando la despedida,  disfrutando del final y soñando con un Lollapalooza 2015.   

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