Balance del Lollapalooza Argentina 2014

Cuando un evento se termina llega la hora de hacer los balances.  El Lollapalooza 2014 ya es historia, pero quienes han podido ir, todavía están con su mente recorriendo el hipódromo de San Isidro.  Hoy vamos a contarte los puntos altos y bajos del evento de acuerdo a nuestra visión. 

Todavía nos quedan dos entregas más relacionadas con el festival.  En ambas te vamos a contar como fue el festival desde el punto de vista de la gente.

Lo primero que hay que decir es que el balance es altamente positivo.  Cuando uno escribe cosas buenas y malas, en general lo malo se destaca sobre lo bueno y por eso es importante hacer esta aclaración.  El Lollapalooza Argentina 2014 fue lo que muchos soñaban y que, días después de terminado el evento, la gente siga comentando sus experiencias lo confirma.

El principal punto alto de la evaluación, es el que hemos tenido en el país un festival de jerarquía, con artistas de primer nivel y para todos los gustos.  Hasta el año pasado mirábamos como lo disfrutaban en Chile y en Brasil.  En la Argentina nos teníamos que conformar con algunas migajas.  La mayoría de los artistas venían al país aprovechando que estaban en la zona, pero muchos importantes pasaban de largo.

Sin entrar en detalles ambientalistas y comunales (nunca habrá un lugar para efectuar un festival que no genere rechazo de algún sector), el espacio elegido era amplio y cómodo, ideal para este tipo de eventos.  El barro fue un invitado especial, presente en cada rincón del predio.  Si bien es un ingrediente necesario para darle mayor fuerza a este tipo de espectáculos, habría que rever el tema de los accesos para la gente que iba en silla de ruedas. En algunos casos quedaban atascados y era muy dificultosa su movilidad.

Un elemento exógeno que contribuyó a que la fiesta sea mayor fue el clima.  El martes el sol se prendió durante toda la jornada y el miércoles las nubes fueron las protagonistas, pero afortunadamente la lluvia no se hizo presente.  Una temperatura agradable, y sólo un poco de viento fresco por la noche, pero la mayoría había llevado un abrigo adecuado para eso.

Lamentablemente estamos acostumbrados a que en recitales y partidos de fútbol los valores de los alimentos y bebidas sean elevados.  Sabíamos eso y Lollapalooza no fue la excepción.  Aunque para muchos fue un alivio ver que el agua no salía $ 50.- (como pensaban antes de entrar) sino unos humildes $ 30.-, en un evento de 12 horas cada día, es imposible no multiplicar esos 30 por 4 o por 5.  Obviamente en muchos casos, lo consumido en los dos días alcanzó o superó el valor de la entrada abonada.

Habían prometido agua gratis.  El 90% (o más) de los concurrentes no encontraron nunca ese lugar.  Quienes sí lo hallaron comentaron que sólo funcionaba una canilla.  Otros indicaron que si le dabas la botella a los de seguridad te la recargaban.  Aunque sean ciertas esas afirmaciones, la desinformación fue importante, porque la mayoría de la gente no lo sabía.  En nuestro caso particular efectuamos una inútil búsqueda el primer día, donde la respuesta en general, venía acompañada de una risa por parte de la persona consultada.  O peor aún, una terrible cara de desconcierto.

Otro punto a mejorar a futuro es la comunicación previa.  Las Faqs del festival aparecieron en las últimas horas del domingo previo.  A mucha gente le gusta decidir con tiempo, en especial la que venía de lejos y era importante saber determinados detalles.  También jugó en contra la incertidumbre de la gente que no pudo retirar la entrada que había abonado previo al 29 de marzo.  Si bien pudieron retirarla el día del festival, estuvieron mucho tiempo pensando que habían perdido su dinero.
La seguridad funcionó brillante a la hora de evitar que la gente entre con comidas y bebidas al predio. Pero no tan bien para prevenir el punguismo.  Es cierto, es muy dificil controlar esas actividades cuando hay tanta gente presente.  Pero tampoco está bueno tratar como un criminal a una persona que quiere entrar 1 o 2 botellitas de agua.  Cosa que no sólo estaba permitida en Lollapalooza Chile, sino que también lo podés hacer, por ejemplo en Disney. 

Sin dudas, algo que habrá que mejorar a futuro es el tema del transporte.  Sin trenes que descongestionen a la mayoría de la gente, los colectivos a duras penas podían levantar pasajeros y se hacía inevitable subir al primero que llegaba para combinar dónde y cómo se pudiera.  No es un dato menor y así como la gente paga importantes sumas para poder disfrutar del espectáculo, sería bueno que los organizadores se preocuparan un poco por ese tema.

Finalmente, en una decisión editorial habíamos decidido no quejarnos y no hablar del trato a la prensa, en especial a los pequeños medios que fuimos totalmente ignorados por los organizadores.  Pero hay un hecho puntual que no se puede dejar de mencionar e involucra a los medios.

No lo vamos a mencionar, pero es muy fácil googlearlo y saber cuál es.  Una revista importante (no sólo acreditada, sino que también tenía un stand en el evento) regalaba a la gente carteles con leyendas tales como "Antes de venir tuve que Googlearte" o "Sólo vine por los Red Hot Chili Peppers".
A primera vista podrían parecer graciosos.  Pero en realidad eran despectivos no sólo para los fans, sino para los artistas mismos, como pasó concretamente mientras Ellie Goulding estaba haciendo su presentación, y algunos fans de los Chili Peppers, en vez de dejar disfrutar a la gente que vino por ella, los hizo sentir muy mal.  Con el diario del lunes (o del jueves) es fácil decir que hubo un error en poner a Ellie en ese escenario.  Pero lo cierto es que faltaban 5 horas para el show de cierre y en el predio había muchas cosas para disfrutar, en vez de molestar a los demás.  Lamentablemente algunas personas no entienden lo que es un festival y encima, cuentan con el aval de los grandes medios de comunicación.